Un 3% de la población padece hiperhidrosis o exceso de sudoración, de ellos el 40% tienen un origen hereditario. Esta enfermedad benigna, que provoca una transpiración excesiva inesperada, no sólo afecta a nivel físico sino también emocional, ya que puede llegar a generar graves trastornos en la rutina diaria y calidad de vida de quien la sufre.
Además, dificulta las relaciones laborales, personales y sociales del paciente, al mismo tiempo que genera frustración, vergüenza y estrés emocional.
¿Por qué sudamos?
La transpiración es un proceso fisiológico a través del cual nuestro organismo elimina sustancias de deshecho y regula la temperatura interna del cuerpo, que debe estar en unos 37ºC. Existen momentos en los que sudamos más, ya sea por el calor, el ejercicio, la fiebre, ansiedad o por ingerir comidas muy especiadas.
El cuerpo tiene millones de glándulas sudoríparas, entre 2 y 4 millones, que se activan durante la pubertad, lo que determinará la intensidad del sudor que generamos.
¿Cuánto sudor es lo normal?
El grado de sudoración depende de la cantidad de glándulas sudoríparas de cada persona, además del tipo de trabajo y estilo de vida. Lo normal es sudar poco menos de un litro al día, si realizas un trabajo sedentario. Aquellos que trabajen en sectores como la construcción, agricultura o expuestos a altas temperaturas podrán sudar varios litros al día.
Se considera que llega a ser excesivo cuando el organismo produce glándulas sudoríparas para refrescar el cuerpo cuando éste no lo necesita.
¿Qué es la hiperhidrosis?
Se produce cuando se produce un exceso de sudor en determinadas situaciones como estrés, enfado, vergüenza o miedo.
Aunque no se conoce exactamente cuál es su causa se entiende que puede ser debido a una sobre estimulación o fallo del sistema nervioso simpático que origina mayor producción de sudor del que el cuerpo necesita para regular la temperatura corporal.
En ocasiones este exceso de transpiración se puede deber a causas farmacológicas, neurológicas, endocrinas, tumorales o infecciosas. Por ello es tan importante que sea un profesional médico quien analice y estudie cada caso para determinar el origen y el tratamiento necesario. Para establecer el motivo, se requiere evaluaciones analíticas de sangre, orina y radiografías.
Por lo general, la hiperhidrosis aparece en edad infantil y empeora a medida que se van cumpliendo años. Aunque puede afectar a todo el cuerpo, en otras ocasiones tan sólo se presenta en zonas concretas. Las más afectadas por esta enfermedad son las axilas, manos, plantas de los pies, la cara y el cuero cabelludo.
Tratamientos para solucionar la hiperhidrosis
El tratamiento a administrar dependerá del grado de afectación y localización de la hiperhidrosis. De acuerdo con ello se podrá optar por tratamientos tópicos o fármacos orales.
Una alternativa antes de comenzar con tratamientos orales es el comienzo de sesiones de iontoforesis con el Hydrex PSP1000. Este consiste en sumergir la zona afectada en un recipiente con líquido a través del que fluye corriente eléctrica. El paciente sentirá un suave hormigueo y requerirá de varias sesiones.
También se puede controlar el exceso de sudor mediante la infiltración de Bótox en la zona afectada con la finalidad de inhibir la activación de las glándulas sudoríparas por parte del sistema nervioso.
Cuando el paciente sufre hiperhidrosis en la zona axilar podemos optar por un tratamiento con Cellulaze Precision Tx. Es una técnica mínimamente invasiva que consiste en introducir una cánula láser a través de una pequeña incisión. El láser calienta la dermis profunda donde se localizan dichas glándulas. Así se consigue reducir el número de glándulas y en consecuencia la cantidad de sudor.
Si en algún momento sientes que estás sudando más de normal en ese tipo de situación es importante que acudas a Canarias Dermatológica. Aquí realizaremos las pruebas necesarias para que vuelvas a recuperar la confianza y la calidad de vida.