El acné afecta a un 10% de hombres y a un 25-30% de las mujeres en edad adulta, según ha apuntado el Dr. Agustín Viera, dermatólogo y director médico de la Canarias Dermatológica, durante su intervención en la sección “Tu piel habla, el dermatólogo responde”, del programa “Buenos Días Canarias” de RTVC.
“El acné adulto es mucho más frecuente de los que pensamos. Uno de cada tres pacientes que llegan a consulta padece acné adulto”, explica.
Al hablar de acné adulto, los expertos se refieren a aquellas lesiones y brotes que aparecen a partir de los 25 años. El doctor señala que existe un amplio grupo de mujeres que comienzan a sufrir acné a partir de los 45 años, debido a los cambios hormonales que experimenta su cuerpo por el descenso de la función de los ovarios.
La principal diferencia entre el acné adulto y el adolescente es que el primero presenta lesiones más inflamatorias y mayor tendencia a dejar cicatrices. Además, afecta a otras zonas del cuerpo como los laterales de la cara, el pecho, la espalda y el cuero cabelludo.
El efecto psicológico que causa el acné en los adultos no es un hecho menor. Tal y como señala el Dr. VIera “el acné adulto afecta psicológicamente a un 10% de las personas que lo sufren”.
El origen del acné adulto
Las causas genéticas son un elemento fundamental en la aparición de acné en la vida adulta. También señala el Dr. Viera que el uso de cosméticos extremadamente grasos, el tabaco o la polución aumenta la producción de secreción de grasa.
“El estrés y la ansiedad se refleja en la piel y provoca brotes de acné”, añade el doctor, que explica cómo el estrés crónico afecta al cortisol y a los andrógenos, un factor que se puede ver a través de la piel con el acné.
El acné puede esconder otros problemas de salud, ya que una mayor producción de grasa tiene que ver con una mayor irregularidad o producción hormonal. Esto puede venir acompañado con aparición de pelo en determinadas zonas o menor densidad de pelo en el cuero cabelludo, según explica el doctor.
El tratamiento para controlar el acné adulto
El acné adulto es crónico pero con los tratamientos y seguimiento adecuado se puede controlar. Hay tópicos que se pueden aplicar pero fundamentalmente hay dos herramientas que se utilizan con frecuencia.
Una de ellas es la isotretinoína, un tratamiento oral, derivado de la vitamina A, que a dosis bajas consigue cerrar la glándula de grasa desde el interior, según detalla.
Otra herramienta muy eficaz es la terapia lumínica. “La terapia biofotónica es el último tratamiento para acné adulto y adolescente”, apunta.
El Dr. Viera explica que estas terapias con fuentes de luz desinflaman y disminuyen la producción de grasa y de bacterias y ayudan a controlar el acné.
El doctor hace hincapié en que cuando aparece una lesión de acné lo importante es no herirla porque favorece la aparición de una cicatriz que es lo que se trata de evitar.
“Cuidar la piel es una oportunidad para cuidar nuestra salud”
El primer paso para prevenir el acné adulto es conocer qué tipo de piel tenemos. “Si tenemos una piel con predisposición a tener grasa hay que cuidarla especialmente”, señala el doctor.
Para lograr un control y cuidado adecuado se debe controlar la dieta, el exceso de peso y, en el caso de las mujeres, hay ocasiones en las que regularizando las menstruaciones se consigue mejorar el proceso.
“Es necesario tener hábitos cosméticos diarios, es decir, una limpieza adecuada, usar hidratante y productos que no aporten grasa, con efecto seborregulador que evite la obstrucción de la glándula de grasa”, tal y como aconseja el Dr. Viera durante su intervención.
En último lugar, el doctor recuerda a los espectadores que “cuidar la piel es una oportunidad para cuidar nuestra salud. Una persona sana tiene una piel sana”.