Los signos de la alopecia serán diferentes según el tipo de alopecia que presente el paciente. Por lo general, podemos hablar de que la primera señal que debe alertar es una pérdida de densidad, de brillo o una caída excesiva de pelo. Aun así no en todos los tipos de alopecia se presenta esta pérdida.
Los dermatólogos insisten en que al notar estos síntomas se acuda a la consulta porque en muchas ocasiones los pacientes no consultan hasta que se ha perdido casi el 50% de la densidad capilar.
El proceso de miniaturización del pelo
Los dermatólogos hablan de proceso de miniaturización en la alopecia cuando el tallo piloso pierde su grosor y conlleva finalmente a la pérdida de ese pelo.
El diagnóstico de la alopecia
Ante la presencia de dichos signos se debe acudir lo antes posible a la consulta del especialista, que es el dermatólogo. Allí se realiza un estudio en profundidad del estado del pelo y del cuero cabelludo. Para ello se utilizan diferentes métodos, entre ellos el Trichoscan.
Con esta tecnología se logra medir digitalmente el crecimiento y la caída del pelo. Así se cuantifica la pérdida difusa del mismo.
¿Cómo se realiza el diagnóstico?
En primer lugar, se obtiene una muestra de pelo de 1cm aproximadamente de una zona no visible. Pasadas unas 48-72 horas el paciente debe volver a la consulta donde se aplicará una tinción en la zona rasurada, se registra una imagen microscópica y, a continuación, se realiza el análisis con Trichoscan.
El objetivo es comprobar la cantidad de pelo, la densidad y la relación entre los pelos en crecimiento y los que se pierden. También permite conocer la densidad del pelo velloso (enfermos por lo general) y pelos terminales (sanos). Los dermatólogos aconsejan repetir esta prueba de diagnóstico a los seis meses.
Tras realizar el diagnóstico, el médico podrá determinar el tipo de alopecia que tiene el paciente y establecer así el tratamiento más adecuado.