“Existe una confusión generalizada con el término: aunque se emplea en un sentido amplio para hacer referencia a todo tumor benigno que sobresale de la piel, el término “verruga” debe restringirse a las infecciones cutáneo-mucosas producidas por el virus del papiloma humano (HPV).”
¿Cómo eliminar una verruga?
No existe un tratamiento único y demostradamente eficaz, lo que determina que exista una gran variedad de terapias que van desde posturas agresivas o abstencionistas. Hoy en el blog de Canarias Dermatológica, revisamos las más habituales y útiles:
- Acido salicílico: Es una terapia de primera línea, en concentraciones que oscilan entre el 10-20% han demostrado buenos resultados. Resulta un tratamiento barato y bien tolerado. Como inconveniente destacar su lentitud de actuación que hace necesario su empleo prolongado.
- Cantaridina: Extraído de un coleóptero, la Cantárida (Lytta vesicatoria) o Mosca de España, tiene en su aplicación tópica un efecto vesicante que se aprovecha para la eliminación de lesiones cutáneas como verrugas o molusco contagioso. Se emplea a una concentración 0,7%, debe aplicarse sobre la lesión y retirar en 3-4 horas, con un 70% de respuesta a la segunda aplicación.
- Crioterapia: Generalmente con nitrógeno líquido, tiene como ventaja su rapidez y como desventaja el ser un método doloroso, puede dejar una mancha residual o inclusive una cicatriz. Precisa varios tratamientos.
- Electrocoagulación: Es un procedimiento agresivo, doloroso que precisa del empleo de anestesia local, cuidados postoperatorios y suele dejar cicatriz o mancha residual. Su eficacia es relativa.
- Imiquimod: Indicado en verrugas genitales, tiene poca evidencia de su eficacia en verrugas no genitales. Posiblemente porque la capa hiperqueratósica de las verrugas que se encuentran en la piel, actúa de barrera.
- Bleomicina: En inyección subcutánea, 0,3 mL (0,15U) es una técnica no exenta de efectos secundarios: dolor, Raynaud, cicatriz, pigmentación, sin que en los estudios randomizados exista evidencia de efectividad (Cochrane). Una alternativa, bastante más inocua, es la escarificación directa sobre la verruga.
- Láser de colorante pulsado: Es un tratamiento rápido, sin evidencia de eficacia que produce dolor y deja cicatriz.
- Retinoides: En verrugas grandes y resistentes a otros tratamientos, siempre debe ser en casos muy elegidos ya que es un producto con conocidos efectos secundarios (irritante). Su empleo tópico es el preferido para verrugas planas.
- Inmunoterapia: Trata de producir una reacción inflamatoria local que termine con la eliminación de la verruga. Actualmente se emplea la infiltración con extracto de levaduras o la aplicación de soluciones de difenciprona o dibutilester del ácido esquárico. El dinitroclobenceno no debe emplearse por su capacidad mutagénica.
- Otras terapias: Se han empleado multitud de productos como podofilino, podofilinotoxina, glutataldehido, fluoruracilo, cidofovir 1% entre otros, etc.
El tratamiento escogido debe ser individualizado para cada paciente, en relación al tipo de verruga, edad del paciente o ubicación de la lesión.