El pasado 28 de noviembre, el Dr. Agustín Viera, coordinador nacional del Grupo Español de Dermatología Estética y Terapéutica (GEDET-AEDV) y dermatólogo coordinador de Canarias Dermatológica, explicaba en la sección ‘Buena Vida’ del periódico ‘El País’ cómo determinar si lo que tenemos es simplemente una mancha solar o es algo más grave (puedes leer el artículo completo aquí).
Hoy centramos nuestra atención en las manchas difusas faciales. Su tratamiento requiere diferenciar entre múltiples procesos dermatológicos.
Los más frecuentes son el melasma (hiperpigmentación adquirida, de localización preferente facial, que se produce sobre todo en mujeres y en cuyo origen intervienen factores genéticos, hormonales, y la exposición solar), la lentiginosis solar (múltiples manchas de bordes definidos y no definidos producidas por la radiación solar crónica) y la Poiquilodermia de Civatte (fotosensibilidad a químicos como perfumes o cosméticos).
En el tratamiento de las manchas difusas faciales influyen el tipo de células que originan la hiperpigmentación, la profundidad del depósito de pigmento, la causa que origina el manchado y el fototipo del paciente (del I al VI de Fitzpatrick). La mejora del manchado difuso facial supone un reto.
¿Cómo pueden tratarse las manchas difusas faciales?
En general el tratamiento de las manchas difusas faciales consiste en una combinación personalizada de tratamientos que busca cumplir los siguientes objetivos:
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Control de la causa promotora o responsable de la aparición de manchas ( si existiese o se identificase)
La radiación ultravioleta, los tratamientos hormonales, el estado proinflamatorio de la piel, la secreción excesiva de grasa, determinados productos químicos sobre la piel, etc., son factores que han demostrado la capacidad de descontrolar la actividad del melanocito.
Se precisa evaluar personalmente al paciente para identificar, eliminar o tratar elementos promotores de la pigmentación irregular cutánea facial.
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Eliminación de queratinocitos “cargados” de melanosomas.
Es la melanina transferida desde el melanocito a sus células anexas, los queratinocitos. Se utilizan principios activos que aceleran la remodelación cutánea, incrementan la dispersión de gránulos de melanina y favorecen la absorción de otras sustancias a través del estrato córneo. El ácido retinoico y derivados constituyen el principal principio activo en forma de tópico o en peelings de forma aislada o combinada con otros productos.
En Canarias Dermatológica se utilizan los productos Zo Obagi (Brightenex, Retamax, Radical Advanced) porque contienen una concentración de retinol elevada de 1% a 1,5% muy superior a otros. Se combinan con peelings de baja reacción inflamatoria como los de ácido reinoico del 1%-3% o con combinaciones con ácido salicílico 15%-25% y ácido tricloroacético 10%-15%.
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Control de la hiperactividad del melanocito, la célula responsable de la pigmentación.
La hidroquinona es el principio activo fundamental y con la que más experiencia cuentan los dermatólogos. Es un producto de prescripción médica. Inhibe la tirosinasa, una de las enzimas encargadas de convertir la tirosina en melanina. Se utiliza entre el 2%-5% y con frecuencia se aplica en la conocida fórmula de Kligman, en su vertiente clásica (la hidroquinona se combina con un derivado de la vitamina A y un corticoide tópico o en sus múltiples modificaciones (junto con kójico, azelaico, glicólico, láctico, ascórbico, etc.) en base al tipo de piel del paciente.
El ácido tranexámico es un medicamento con múltiples y recientes estudios que demuestran el control de la activación irregular del melanocito al disminuir mediadores inflamatorios que actúan a nivel de la enzima tirosinasa, enzima clave en la formación del pigmento melanina. Se utiliza de forma tópica y oral. La forma oral a bajas dosis, 500 mg/día, ha mostrado evidencia científica de utilidad, efectividad y seguridad en pigmentaciones faciales secundarias a inflamación clínica o subclínica. Precisa ser prescrita por médicos con experiencia en su manejo y no es administrable a todos los pacientes.
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Eliminación de depósitos pigmentarios, depósitos de melanina
Para poder eliminar depósitos de melanina (melanosomas) necesitamos láser que emita suficiente energía en tiempos muy cortos, de forma concreta, que emitan energía en tiempos inferiores a 50-500 nanosegundos (un nanosegundo es la milmillonéssima parte de un segundo).
En Canarias Dermatológica contamos con dos opciones, un láser ultrapulsado en nanosegundos de 532 nanometros y 1064 nanometros con emisión de energía en 5-7 nanosegundos (Spectra) y un láser Ultrapulsado de 755 nm que emite energía con pulso de Picosegundos (Picosure), desde 550 a 750 picosegundos (un picosegundo es la billonésima parte de un segundo)
Se precisan utilizar con baja energía para evitar el efecto inflamatorio.Hay múltiples estudios que muestran eficacia en la utilización del láser ultrapulsado de 1064 nm, con el tamaño de disparo entre 5-7 mm y a energías de un máximo de 2,5 J/cm2. Se pueden hacer sesiones cada 1-2 semanas.
La utilización del láser ultrapulsado en picosegundos de 755 nm con su lente fraccionada Focus es otra excelente opción, pudiendo emitir energías en picosegundos (una billonésima parte de un segundo) generamos un efecto de destrucción mecánica selectiva más que de destrucción térmica (que es lo que se obtiene con el resto de láseres).
Este tipo de “destrucción sin calor” se obtiene con energías menores a otros sistemas, algo muy útil y que no sólo mejora el resultado en el tratamiento de las manchas pigmentarias faciales sino que también disminuye las opciones de hiperpigmentaciones postinflamatorias, el efecto secundario que más nos preocupa tras eliminar una mancha con láser.