En España el cáncer de piel se ha triplicado en los últimos 10 años llegando a 300 casos por cada 100.000 habitantes cada año.
Un aumento que también se observa en Canarias, una de las comunidades autónomas con mayor número de cáncer de piel. Esto se debe a la falta de protección solar adecuada, al disfrute de más horas de sol al año y a ser la comunidad con el índice de rayos ultravioleta más alto de España.
Cáncer de piel, una epidemia mundial
La Fundación Piel Sana de la Academia Española de Dermatología y Venereología señala que, aunque el cáncer de piel es más frecuente en mayores de 50 años, cada vez son más los casos que aparecen en personas jóvenes. Por lo general, este aumento del cáncer de piel se debe a una exposición al sol inadecuada.
El melanoma es el tipo de cáncer de piel más agresivo y, al igual que otros tumores cutáneos, se ha triplicado en la última década. Hoy día se estima que se producen anualmente unos 5.000 casos al año en España, con mayor frecuencia en las mujeres.
Los especialistas recuerdan que el 90% de los cánceres de piel pueden curarse si se diagnostican a tiempo, por lo que acudir a su consulta al primer signo puede ser vital.
También hacen hincapié en la aplicación de hábitos solares saludables desde niños, ya que reducen la incidencia del cáncer de piel hasta en un 80%. Estas son algunas recomendaciones a tener en cuenta:
- Evitar las horas de máxima exposición al sol
- Protección de la cabeza y orejas
- Usar gafas de sol
- Evitar quemaduras y exposiciones solares excesivas y crónicas
- Protectores como mínimo de 30 para que bloquee los rayos ultravioletas A y B
- Reaplicar el protector solar cada dos horas y cada vez que se salga del agua
¿Cómo saber si tengo piel de riesgo?
Al acudir a la consulta del dermatólogo éste evalúa si el paciente tiene o no piel de riesgo, es decir, un tipo de piel que requiere de cuidados y controles especiales para evitar el cáncer de piel.
El hecho de tener una piel de riesgo no significa que vaya a padecer un cáncer de piel, tan sólo que requiere de unos cuidados específicos.
Los dermatólogos establecen como piel de riesgo aquella que se quema con facilidad y tiene dificultad para ponerse morena (broncearse). Normalmente, son las pieles claras en personas rubias o pelirrojas.
También, se considera piel de riesgo aquellas con antecedentes de quemaduras solares o, que por motivos laborales o lúdicos, es agredida de forma continua por el sol. En estos casos, se observan manchas solares en las zonas expuestas al sol, como la cara, la espada o los brazos.
Otra característica de la piel de riesgo es que cuenta con múltiples lunares, por lo general, más de cincuenta.
Para determinar qué tipo de piel tienes y los cuidados que debes llevar a cabo es fundamental acudir a la consulta del dermatólogo quien, tras una exploración, podrá determinar con certeza si tienes o no piel de riesgo.