La púrpura senil es un trastorno hemorrágico que se caracteriza por la presencia de hemorragias en los tejidos, especialmente bajo la piel o las membranas mucosas, y que se manifiesta con equimosis o petequias.
“El paciente presenta una coloración violácea de piel y mucosas debido a la extravasación espontánea de la sangre, lo que constituye uno de sus síntomas.”
¿Por qué aparece la púrpura senil?
La púrpura puede aparecer aunque haya cantidades adecuadas de plaquetas en sangre circulante.
Aparece sobre todo en los antebrazos y manos de los ancianos y está muy ligado a un concepto que se ha acuñado recientemente con el nombre de dermatoporosis, o lo que es lo mismo, los cambios degenerativos cutáneos que se producen en la piel de las personas mayores.
A medida que la gente envejece la piel se hace más delgada y más frágil. En consecuencia, tienden a formarse moretones fácilmente a medida que los vasos sanguíneos en la piel se hacen más frágiles. Los moretones inicialmente son de color púrpura oscuro, y más comunes en los antebrazos y dorso de las manos en personas mayores. Su formación no significa que la persona necesariamente tenga deficiencia de alguna vitamina o mineral, ni significa que tiene un trastorno hemorrágico; sin embargo, es conveniente consultar al dermatólogo. Posteriormente, en fases más avanzadas, la piel se puede levantar con el más simple roce y dejar cicatrices de forma estelar.
Prevención de la dermatoporosis
La edad en la que suelen empezar a percibirse los primeros síntomas de la dermatoporosis son los 60 años. Pero, si comenzamos a poner en marcha ciertas medidas de prevención, sobre todo a partir de cumplir los 40, podemos retrasar esta edad de inicio de la dermatoporosis o reducir mucho su gravedad.
“Las mejores medidas para combatir la aparición de la dermatoporosis son muy sencillas y asequibles, pues pasan por consejos tan evidentes como proteger convenientemente a la piel frente a los rayos de sol, no solo en verano, sino durante todo el año.”
También es importante que empecemos a aplicarnos cremas nutritivas y redensificantes de manera regular, sobre todo, las que contengan vitamina C, Ácido hialurónico y retinoides en su composición.