Las quemaduras las ocasionan una fuente de calor o de frío, lo que produce un daño en la piel, ya sea un simple enrojecimiento, ampollas o la destrucción total de los tejidos.
Quemaduras en el hogar, las más frecuentes
Por lo general, las quemaduras más habituales se producen en el hogar por agentes químicos, eléctricos o por radiación solar.
Ante una quemadura lo primero que se debe hacer es intentar disminuir la temperatura de la zona aplicando agua fresca y acudir a un dermatólogo para que valore la gravedad de la misma.
Los niveles de gravedad de las quemaduras
La gravedad dependerá del elemento que lo ha provocado, de su profundidad y extensión. Los especialistas diferencian cuatro tipos de quemaduras:
- Primer grado. Se produce un enrojecimiento de la piel y afecta a la capa externa.
- Segundo grado superficial. Afecta a la epidermis provocando enrojecimiento, dolor y ampollas.
- Segundo grado profundo. La piel adquiere un color rojo intenso. Son dolorosas.
- Tercer grado. Estas son más graves y requieren intervención quirúrgica. La piel pierde sensibilidad porque las terminaciones nerviosas se ven destruidas.
¿Qué debo hacer si sufro una quemadura?
Lo primero es mantener la calma, pedir ayuda y aislar la fuente que ha generado la quemadura.
A continuación se debe lavar y enfriar la zona con agua a temperatura ambiente. Si alrededor de la zona hay ropa, no se debe quitar la cercana a la quemadura porque estará pegada a la piel.
Hasta la llegada del sanitario, que pondrá el tratamiento adecuado, se deben usar paños limpios para cubrir la quemadura.
Otras urgencias dermatológicas
La patología dermatológica puede ser alarmante para el paciente ya que aparece de forma brusca. Se estima que las urgencias por problemas dermatológicos representan el 8-10% de las urgencias hospitalarias. Estas son las más comunes:
- Urticaria. Aparición de ronchas rojas.
- Angioedema. Ronchas rojas con hinchazón, especialmente en la zona de los labios y parpados.
- Reacciones cutáneas por ingesta de fármacos, que causan erupciones o urticarias.
- Picaduras de insectos
- Dermatitis de contacto o atópica