¿Se pueden tratar las quemaduras solares? Aunque la luz solar es importante y puede aportar muchos beneficios para nuestra salud, la exposición prolongada al sol sin ningún tipo de protección puede tener graves consecuencias.
Muchas personas asumen como normal el hecho de quemarse al sol. Sin embargo, toda quemadura solar produce un daño permanente en la piel y, de hecho, el bronceado es el resultado de la defensa de la piel a un exceso de radiación solar.
Cada quemadura acumula daños en la piel, acelerando el envejecimiento y produciendo lesiones benignas y la mayoría de las formas de cáncer de piel.
La facilidad con la que una persona sufre una quemadura solar depende del tipo de piel, la edad, el ángulo con el que impacta la luz solar, la época del año, el lugar geográfico, altitud o la hora del día, entre otros factores.
¿Qué es una quemadura solar y cuáles son sus síntomas?
Entendemos por quemadura solar el enrojecimiento de la piel que ocurre después de exponerse al sol o a otro tipo de luz ultravioleta.
Los síntomas de una quemadura solar suelen aparecer tras pasar un exceso de tiempo al sol y pueden ser:
- Piel enrojecida, caliente, sensible e incluso dolorosa. Esto es ya una quemadura de primer grado, que es la más frecuente. Los síntomas se inician a las pocas horas y aumentan de intensidad hasta las 24-48 horas.
- Descamación (pelado) de la zona quemada a los 4 o 5 días de la exposición solar.
- Aparición de ampollas si la quemadura solar ha sido muy intensa.
- En casos extremos, pueden aparecer dolor de cabeza, debilidad, malestar general, náuseas, vómito, somnolencia o deshidratación.
Tratamiento de la quemadura solar
Si ya nos hemos quemado, podemos hacer mucho para minimar todo lo posible los efectos del daño solar en nuestra piel
- No sigas tomando el sol: aunque algunas personas crean que una vez se han quemado ya no tienen nada que perder, seguir al sol agravará las consecuencias.
- Utiliza ropa suelta, de colores claros y que cubra lo más posible
- Usa protección solar eficaz varias veces al día, aunque ya nos hayamos quemado.
Puedes aplicarte alguna loción hidratante-calmante, como las clásicas “after-sun”, salvo que existan ampollas u otras complicaciones.
Si sientes dolor, puedes tomar un analgésico. Si aún así no se calma o si es muy intenso, puede que necesites un antiinflamatorio. En tal caso, consulta con tu dermatólogo o médico de confianza para que te recomiende la mejor opción.
- Bebe más liquido de lo habitual. Los mejores son agua, isotónicos y zumos de frutas. Con ellos compensarás la pérdida de líquidos que se produce por la inflamación de la piel y mejorarás la hidratación de la piel quemada para facilitar su recuperación.
- Evita beber alcohol: es vasodilatador, por lo que aumenta las molestias por el enrojecimiento y aumenta la pérdida de líquido por la orina, lo que empeora la situación.
- Consulta a tu médico o dermatólogo si aparecen ampollas, infección, dolor intenso.
- Acude a un Servicio de Urgencias si teniendo una quemadura solar sientes náuseas, malestar general, mareo, dolor de cabeza intenso o confusión.
En Canarias Dermatológica contamos con una Unidad de Urgencias Dermatológicas para tratar cualquier tipo de alteraciones en la piel.
En ella, nuestros dermatólogos atienden a los pacientes en consulta, pautan el tratamiento adecuado, realizan las revisiones oportunas y también el seguimiento por parte de enfermería.
Si tienes algún problema de este tipo, contacta con nosotros y trataremos de ofrecerte la ayuda que necesitas.