Ahora que han vuelto las niños al colegio comienzan a aparecer los temidos piojos. Se estima que entre un 4,9% y un 14% de los niños en edad escolar han tenido piojos alguna vez, según datos del Ministerio de Sanidad.
A esto se añade que, una vez ha llegado el menor con piojos a casa, todos los miembros de la familia que residen en ella tienen riesgo de infectarse, especialmente aquellos con el pelo largo.
¿Qué son los piojos?
Los piojos son insectos que se alimentan de la sangre. Éstos se sitúan en la raíz del pelo, especialmente en el primer centímetro del mismo, desde aquí se acercan al cuero cabelludo donde pican para alimentarse y poner los huevos.
Estos insectos pueden vivir hasta 30 días en la cabeza de los niños y poner hasta ocho huevos cada día. Viendo que se reproducen con mucha rapidez, deben ser tratados lo antes posible.
Los piojos se transmiten con facilidad en grupos de niños
Los piojos no tienen nada que ver con la higiene, no vuelan y caminan muy rápido, por ello se transmiten con facilidad en lugares donde hay grupos de niños.
Además, los especialistas aseguran que los piojos no tienen capacidad de transmitir una infección grave o enfermedades. Si no son tratados a tiempo, el niño puede hacerse heridas en la piel al rascarse, que pueden infectarse fácilmente.
Las niñas son las más afectadas, por lo general, ya que en el pelo largo la detección es más difícil y la transmisión más fácil.
¿Por qué se rascan los niños la cabeza?
El primer síntoma no es siempre el picor, de hecho el rascado puede aparecer cuando han pasado una o dos semanas desde que el piojo está en el pelo.
En torno a un 10-30% de los niños sienten picores desde el principio. Esto se debe a una respuesta del cuerpo a la saliva del insecto tras la picadura.
Recomendaciones de los especialistas para prevenir los piojos
- Mantener una vigilancia continua de la cabeza del menor. Se debe buscar especialmente en el cuero cabelludo y detrás de las orejas.
- No utilizar peines, cepillos ni gorras de otras personas.
- Peinar a los niños al menos una vez a la semana con una liendrera, desde la raíz y con pases largos. Realizar esto durante unos 15-30 minutos y con el pelo mojado. También se debe colocar un paño blanco sobre los hombros del niño para observar si cae algún piojo.
- Tras el peinado, limpiar la liendrera con alcohol.
- Mantener el pelo corto o recogido.
Hay que tener en cuenta que los sprays o productos anti piojos son pesticidas y pueden dañar el cuero cabelludo. Por ello es necesario que para prevenir o, en su caso, diagnosticar y tratar los piojos se acuda a un dermatólogo que paute el tratamiento adecuado.