Las varices aparecen especialmente en la zona de las piernas debido al sobreesfuerzo que realizan las venas situadas por debajo del corazón para retornar el flujo sanguíneo al corazón, debido a la fuerza de la gravedad y la presión del peso corporal.
Las mujeres son más propensas que los hombres a padecer varices. También tienen mayor riesgo de padecerlas aquellas personas con sobrepeso u obesidad, sedentarias, durante el embarazo o con antecedentes familiares.
Los efectos del verano
Una de cada diez personas tiene varices y sufre pesadez, calambres, hinchazón, picores y dolor en las piernas. Con la llegada del calor y la exposición al sol estos síntomas se agravan.
Las varices o venas varicosas, son venas dilatadas a causa de una debilidad en su pared, a menudo heredada. Esta debilidad hace que las venas se estiren y se dilaten, de manera que la sangre se acumula fácilmente cuando una persona permanece de pie durante mucho tiempo. Este proceso se da habitualmente en las venas de las piernas y las mujeres son más propensas a padecerlo.
Cuando el termómetro marca temperaturas superiores a los 25 grados se produce un fenómeno de vasodilatación de las venas, es decir, se produce un aumento en el diámetro de las mismas, que provoca aún más molestias. Además, el calor aumenta la retención de líquidos y la presión, lo que incrementa el riesgo de que aparezcan trombos.
Algunas recomendaciones que pueden ayudarte
Nuestros dermatólogos te ofrecen una seria de recomendaciones para que disfrutes del verano sin preocuparte por las varices:
- Evitar la exposición al sol durante largas horas, especialmente en las horas centrales del día. Si acude en esa franja horaria se debe aplicar protector solar y dar baños con agua fría cada 15-20 minutos.
- Utilizar medias de compresión, ya que ayudan a impulsar la sangre desde los capilares hasta el corazón. Se recomiendan las de compresión mediana. Se recomienda ponerlas por la mañana cuando no hace tanto calor y, sobre todo, en los viajes en tren, coche o avión.
- Tumbarse y elevar las piernas por encima de la altura del corazón.
- Aplicar duchas de agua fría en las piernas y crema hidratante después.
- Caminar por la playa y bañarse a menudo, ya que el agua fresca del mar activa la circulación y reduce la sensación de cansancio.
- Usar geles de efecto frío con masajes en sentido ascendente.
- No usar ropa ceñida.
- Seguir una dieta rica en fibras, verduras, baja en sal y evitar comer fritos o picante.
- Usar zapatos cómodos, evitando tacones altos y calzado muy plano.
Si a pesar de estas recomendaciones, sigues notando molestias o dolores, consulta a nuestros dermatólogos de la Unidad de Varices, donde te explicarán las técnicas más efectivas en el tratamiento de las varices dermatológicas para acabar con este problema.