Cuando evaluamos el rostro de un paciente, el dermatólogo considera en primer lugar la salud cutánea y la ausencia o presencia de enfermedad en esa zona. Posteriormente se deben observar los signos de envejecimiento existentes a nivel facial, no sólo de la piel externa sino además de los compartimentos grasos, músculos y estructuras de soporte y retención facial, tanto en reposo como en movimiento, en visión frontal y lateral. Por último se deben establecer las áreas de embellecimiento o perfeccionamiento que se puede obtener en el paciente según su edad y sexo.
Quisiera resaltar la importancia que tiene para la dermatología estética la expresión facial de emociones, con objeto de que los tratamientos que instauremos, permitan expresarlas adecuadamente.
Al experimentar una emoción podemos comunicar y expresar aquello que estamos sintiendo mediante los cambios faciales, modificando nuestros gestos. Gran parte de la musculatura facial de los seres humanos se inserta en la piel y la contracción de la misma permite la gesticulación y así, expresar lo que sentimos.
Los seres humanos tenemos la capacidad de reconocer la expresión facial de las emociones
Ya Darwin hace más de 100 años lo documentó. Desde sus observaciones, conocemos que todas las personas, sin importar su etnia o cultura, poseen la habilidad de expresar algunas emociones exactamente de la misma manera, expresadas principalmente a través del rostro. Si se muestran fotografías a personas, independientemente de la cultura o continente en el que vivan, identificaran la emoción que muestra el rostro. Y esto que parece simple y evidente, no lo es, porque las expresiones faciales de nuestras emociones revelan estados mentales, psicológicos complejos y el resultado último de actividad neuronal y muscular muy evolucionadas evolutivamente. La sola expresión facial de una emoción implica una organización muscular compleja y este patrón permite distinguir una emoción de otra. El movimiento de la frente y cejas, ojos y párpados, la parte inferior de la cara (la zona peribucal) son responsables de la mayoría de estas manifestaciones e implican a músculos, nervios, mediadores bioquímicos, vascularización, etc. Estas expresiones faciales de la emoción son universales e innatas.
El cerebro humano cuenta con una capacidad para extraer diferentes tipos de información del rostro de otras personas
Se puede identificar, por ejemplo, el estado emocional. Se puede determinar si una persona es atractiva a la vista de quien la percibe, y, por supuesto determinar la identidad de la persona observada. La expresión de las emociones y el reconocimiento de las mismas en los rostros de otros seres humanos tienen un rol muy importante en el desarrollo y regulación de las relaciones interpersonales. Las expresiones faciales están relacionadas con la formación de apegos (en la infancia y en las relaciones de pareja) así como en la regulación, incremento o disminución de conductas agresivas
Como primera conclusión, el rostro humano es considerado el principal sistema de señales para mostrar las emociones y por ello es el área más importante y compleja de la comunicación no verbal. El rostro es la parte del cuerpo que más de cerca y detalladamente se observa cuando nos relacionamos con alguien. Las expresiones faciales son utilizadas por los seres humanos para la comunicación entre seres humanos, su interacción social y especialmente para transmitir emociones específicas. A través del rostro se puede extraer infinidad de claves que proporcionan información útil para la interacción social y la adecuada comunicación, de igual manera permite identificar emociones y predecir actos respecto a lo que observamos.
El objetivo actual con el que llegan muchas personas a nuestras consultas es mejorar su aspecto cuando este cambia debido al paso de los años. Este cambio tiene que ver tanto con la salud de nuestra piel, arrugas, surcos y volúmenes como con el reflejo emocional de nuestro rostro, el denominado Reconocimiento Facial Emocional. Con los años nuestro rostro muestra cambios anatómicos permanentes, similares a lo que observaríamos en los estados de cansancio, tristeza, enfado o flacidez, produciéndose, una discordancia entre cómo nos sentimos y cómo lo reflejamos al mundo. En nuestra mano está el mostrarle a nuestros pacientes todas las opciones que tenemos en dermatología estética para abordar estas necesidades desde la salud y la naturalidad. Una de las que más se utiliza por el gran resultado que genera, son las nuevas técnicas infiltrativas con ácido hialurónico de última generación