La rosácea es una enfermedad crónica inflamatoria de la piel. Por lo general se caracteriza por la aparición de lesiones pápulopustulosas (similares a los granos de acné), enrojecimiento continuo u ocasional, aparición de capilres dilatados con aspecto de tela de araña, ardor o picor.
Estos síntomas pueden aparecer en forma de brotes entre los que hay periodos de calma donde estos síntomas desaparecen o disminuyen considerablemente.
En un 10% de la población la zona central del rostro es la más afectada por la rosácea.