¿Sabías que los pacientes dermatológicos tienen una alta prevalencia de desórdenes psiquiátricos (30-40%)? Mente y epidermis están más íntimamente unidas de lo que pensamos: las enfermedades cutáneas repercuten en nuestro estado psicológico y muchas patologías mentales se reflejan en la piel, dos factores que se unen en lo que denominamos dermatología psiquiátrica.
Hasta no hace mucho, se pensaba que la piel era sólo una barrera de protección frente a las agresiones externas. En la actualidad, sabemos que además refleja nuestra salud física y mental.
“De este modo, el acné, la dermatitis, la psoriasis o la caída del cabello pueden surgir por factores orgánicos o ambientales, pero también estar provocadas por un estado de ánimo alterado.”
Los pacientes generalmente experimentan exacerbación de las enfermedades cutáneas cuando se estresan. En algunos casos pueden desencadenar conductas suicidas. El problema es complicado porque algunas veces es difícil para los dermatólogos persuadir a los pacientes de que pueden requerir apoyo psicológico sin herir su sensibilidad por estigma social que a menudo implica. Para ayudar al paciente es importante que el dermatólogo tenga conocimiento de los trastornos mentales comunes, de cómo diagnosticarlos y de los tratamientos que existen.
Casos de dermatología psiquiátrica más comunes
- Dermatitis artefacta. Es una alteración provocada por el propio paciente mediante el rascado continuo o la autolesión con instrumentos cortantes. Puede llegar a causar lesiones superficiales, heridas y úlceras.
- Tricotilomanía. Es una alopecia traumática causada al arrancar o romper el pelo, las cejas o las pestañas. Puede estar originada por trastornos psíquicos, de los impulsos o ansiedad. Afecta cuatro veces más a las mujeres que a los hombres y puede aparecer a cualquier edad.
- Tanorexia. Es una adicción al sol, quienes la sufren tienen una necesidad obsesiva de estar morenos. Es más frecuente en mujeres de 17 a 35 años, con una preocupación excesiva por su imagen y alteraciones cognitivas y de conducta.
- Alopecia areata. Es una pérdida de cabello abrupta, en pequeñas zonas redondeadas. Puede desencadenarse por episodios de estrés, depresión, alteraciones nerviosas, hormonales o infecciones leves, entre otras. Afecta a una o varias zonas del cuello cabelludo y también a otras zonas como las cejas o pestañas, u otras zonas del cuerpo. Puede afectar a niños y a adultos.
Además de tratamientos tópicos o sistémicos específicos para las distintas patologías, se requiere de tratamiento con psicofármacos o psicoterapia.
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