El acné es un problema dermatológico muy común, tanto en adolescentes como en adultos. Según datos de la Academia Española de Dermatología y Venereología, solo en España, ocho millones de personas padecen esta patología, siendo los jóvenes el colectivo que se ve más afectado.
A pesar de ser algo muy común, el acné puede afectar de forma muy importante a la calidad de vida y la autoestima de quienes lo sufren. Afortunadamente, los dermatólogos cada vez cuentan con más armas para detenerlo y hacer desaparecer las cicatrices. En este sentido, la última tecnología para el tratamiento de los brotes de acné y las cicatrices producidas por el mismo es la terapia biofotónica. Gracias a ella, es posible acabar con el problema del acné en aproximadamente 6 semanas y mejorar de paso el aspecto de tu piel. Actualmente, este tratamiento revolucionario solo es ofrecido por 15 clínicas en toda España siendo Canarias Dermatológica la única que lo ofrece en Canarias.
¿Qué es la terapia biofotónica del acné?
La terapia biofotónica del acné es una técnica totalmente nueva y revolucionaria que acaba con la inflamación y consigue eliminar la bacteria Propionibacterium acnés. Esta bacteria coloniza las glándulas sebáceas en las que hay un aumento anormal de la secreción sebácea y, junto con la acumulación de leucocitos, provocan las pápulas, pústulas o nódulos propios del acné inflamatorio. Esta técnica también estimula la producción de colágeno (multiplicando en gran medida su producción normal) con el objetivo de contribuir a la reparación de las cicatrices que provoca el acné.
Consiste en la aplicación de un gel foto conversor con una lámpara LED de longitud de onda múltiple. El gel actúa como transmisor y no daña la piel ni es absorbido por esta, por lo que se trata de una terapia totalmente física, sin fármacos. La fluorescencia que se emite provoca una reacción que consigue eliminar la inflamación producida durante los brotes de acné y las cicatrices de brotes anteriores.
Ventajas de la terapia biofotónica
Una de las ventajas de la terapia biofotónica del acné es que actúa produciendo dos efectos a la vez: para el brote (eliminando la inflamación que el paciente tiene en la fase aguda) y mejora de forma importante cicatrices anteriores. Otra de sus ventajas es que se puede utilizar en cualquier época del año, incluido el verano, al no ser un tratamiento invasivo y no ser fotosensibilizante. El gel no penetra en la piel del paciente, solo las diferentes longitudes de onda.
Además, es importante destacar que es un tratamiento no doloroso y especialmente efectivo en acnés severos. Por otro lado, el tratamiento bajo la lámpara de LED dura solo 9 minutos. En total, desde la limpieza previa, la terapia biofotónica y la posterior limpieza de la cara y aplicación de crema hidratante con fotoprotección, el tratamiento dura aproximadamente 30 minutos.
Por otra parte, al no emplear fármacos sistémicos, no requiere de controles analíticos ni existe riesgo de efectos secundarios internos y, además, puede ser combinado con otros tratamientos para el acné para acelerar el proceso curativo.
¿Cuántas sesiones son necesarias?
La terapia biofotónica ha sido diseñada para tratar el acné y requiere de dos sesiones semanales durante un periodo de seis semanas.
El procedimiento logra eliminar las bacterias y estimular los mecanismos de reparación mejorando la textura de la piel, reduciendo las arrugas finas y el tamaño de los poros.
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